Según la definición del propio Josep Lluscà, esta silla tiene un «aroma oriental», ya que la intersección de las formas recuerda a las Torii y otras piezas arquitectónicas japonesas. A primera vista, se puede ver el equilibrio entre ligereza, funcionalidad y ergonomía que se unen. La resistencia, tanto en interiores como en exteriores, la durabilidad, la facilidad de mantenimiento y su transporte son elementos esenciales que forman parte de su personalidad. Silla con brazos para uso interior y exterior. Fabricada en una sola pieza de polipropileno con fibra de vidrio mediante tecnología de moldeo asistida por gas. Apilable. Peso neto 3,6 kg.
Colección Tokyo
Material:
Polipropileno Inyectado con fibra de vidrio